Comenzamos en El Puertu (Pto. de Somiedo), destacando el papel del hombre como agente configurador del paisaje mediante la actividad ganadera, representada en forma de brañas y pastos circundantes al núcleo de población, que hoy día se encuentran en declive percibiéndose una acelerada dinámica progresiva de la vegetación. 

Rápidamente alcanzaremos la cabecera del valle, atravesando espacios tan llamativos como las Vegas de Penouta, las cuales constituyen una gran cubeta de sobreexcavación glaciar por la que hoy día discurre el pequeño arroyo del Puertu, pudiendo identificar además en sus alrededores múltiples rocas aborregadas, es decir, pulimentadas por el paso del hielo glaciar, así como pequeños canchales o pedreras asociados a procesos erosivos posteriores.

Por último, desde el colláu del Portieḷḷu es necesario desviarse a la derecha para afrontar una última subida que nos conduce hasta la cumbre de hoy, observando un mayor afloramiento rocoso de tipo calcáreo, asociado a una pérdida de suelo que condiciona además el desarrollo de la vegetación y la constitución de un manto que recubra la superficie.

Una vez en cumbre podremos disfrutar de unas impresionantes vistas en todas direcciones, así como contemplar todo el recorrido realizado por el imponente valle glaciar del Puertu, remarcando también el contraste existente entre dicha peña calcárea y sus circundantes, de naturaleza cuarcítica y por tanto de una tonalidad mucho más oscura.